viernes, 27 de abril de 2018

El Copinh ante la impunidad de Martiniano Domínguez Meza

Por Copinh
Por Copinh

La absolución de la responsabilidad del ex alcalde de Intibucá Martiniano Domínguez Meza por parte del Tribunal de Sentencia de Siguatepeque, presidido por el juez Víctor Antonio Calix Ponce, es una muestra más de la impunidad estructural que se vive en Honduras en la que los pueblos indígenas víctimas del saqueo histórico seguimos siendo burlados en los derechos más básicos.

Martiniano Domínguez no solo es responsable de abuso de autoridad y violar el derecho a la Consulta y consentimiento de la comunidad de Río Blanco, sobre todo es responsable de traicionar a su propio pueblo, de entregar como fiel siervo las tierras de las comunidades a los intereses de otros. 


Gracias a su decisión ilegítima de permitir que la empresa DESA se instalara en Intibucá resultaron muertos Paula González, Tomás García, William Rodríguez, Maycol Rodríguez, Baudilio Sánchez, Sául Madrid Gómez y nuestra compañera Berta Cáceres. Gracias a su irresponsabilidad la comunidad de Río Blanco ha tenido que sufrir los más grandes atropellos a su dignidad, su espiritualidad y su vida. Gracias a su irresponsabilidad el pueblo de Honduras ha perdido una parte de sí mismo.

En realidad, Martiniano Domínguez fue un peón del sistema, una marioneta de la empresa DESA y de la estructura política que impone el saqueo en el país. Aún así, un peón que causó mucho daño y que merece su castigo.

Señores jueces, se equivocan al pensar que la "etnia Lenca de Río Blanco fue en todo caso una víctima indirecta". La comunidad de Río Blanco y el Copinh somos quienes hemos puesto los muertos y muertas, nuestros lamentos y quienes hemos sufrido por la sin vergüenza de los funcionarios públicos como ustedes y como Martiniano. La falta de respeto a la soberanía y dignidad del pueblo afecta al pueblo, no a un Estado espurio como el de Honduras.

La tardanza entre las conclusiones del juicio del día 13 y el fallo el día 23, el cual elaboraron una hora antes del mismo, solo dejan conjeturar que hubo confabulaciones y que su decisión no es legítima y está manipulada.

La consulta no es un bien accesorio, sino que es el reconocimiento a la soberanía de nuestras comunidades, a la soberanía del pueblo.

La decisión de este tribunal, que reproduce los más de cinco siglos de colonialismo y racismo, da paso a elevar nuestra denuncia incansable ante las cortes internacionales debidas, que lastimosamente reconocen más el derecho de las comunidades y en las que el Estado de Honduras deberá responder.

Al contrario de aguitarnos, esta decisión nos llena de mucha más convicción y decisión para defender nuestros territorios y bienes comunes precisamente dentro de nuestros territorios, donde les diremos que no pasarán.

Este tribunal del Estado tuvo miedo de trascender y superar la histórica injusticia. Pero eso no importa porque los pueblos sabemos hacer justicia. Y Martiniano ya está condenado por el pueblo Lenca a irse al basurero de la historia y a sufrir de 526 años de indignidad.



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